Tengo tres canas (puede que mienta y sean más, puede que no) de cualquier modo no son muchas, pero todas están en el flequillo y eso me da rabia, pues sufro de "peterpanismo" severo.
Al principio, me las peinaba cuidadosamente y las escondía entre el resto de cabellos pero, las muy jodidas, siempre encontraban la alianza de mis crueles remolinos y conseguían salir a la luz con aire triunfador.
Entonces decidí cortarlas. No permitiré rebeldes en mi cuero cabelludo. Seleccioné cuidadosamente cada pelillo blanquecino y les di su merecido. Un buen corte desde la raíz. Así, con los esporádicos asesinatos de las canas subversivas y la ayuda de la laca, viví feliz una temporada.
Pero como todo acto represivo y violento, he obtenido una respuesta por parte de la resistencia. Mis canas, se han hecho fuertes (supongo que gracias a las repetidas podas) Son más gruesas que el resto de cabellos y están de punta. Y aunque les ponga laca, siguen teniendo como aliados a los remolinos, por tanto consiguen ver la luz, campar a sus anchas, gritar libertad...
Así que ya sólo tengo 2 caminos: teñir o aceptar que ya es hora de regresar de "Nunca Jamás"... y como soy pobre como las ratas, sólo me queda aceptar la derrota... de momento, ¡¡¡pues juro que volveré!!!!
me encanta tu escritura, qué gracia tienes, qué poética, tus aventuras y desventuras
ResponderEliminarmuas
neni... la clave está en los productos Deliplus! No dejes Nuncajamás que para eso siempre habrá tiempo!!
ResponderEliminarY estoy de acuerdo con lo que dice Bel of Bradford. Muaaa!!
los dos sois de lo mejorcito ji ji ji
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