Seguro que os ha pasado alguna vez que os levantáis, os miráis al espejo y decís: ¡pero que bueno estoy! Sí, sí, no seáis humildes...me refiero a uno de esos días que tienes el guapo subido, que te ves bien. Y vas y te arreglas más contento. Sales a la calle y todos te miran (o eso crees tú) porque hoy estás especialmente guapo.
Pues a mi me pasó lo mismo el otro día. Me levanté. Me vi guapa, buenorra. Además tenía programada una cena divertida con los Xets.
Así que me arreglé con la música a todo volumen, poniendo "caritas" en el espejo y toda la parafernalia. Salí a la calle y la gente me miraba ("Seeeee baby" pensé). Cogí el metro y la gente me miraba (yeah!). Caminé hasta la casa de mis amigos siendo un clon perfecto de Narciso.
Toco el timbre. Me abren la puerta. Llamo al ascensor. Llega. Subo. Me miro en el espejo........tenía toda la falda remetida en el abrigo. Le había enseñado el culo a media ciudad con mi cara de creída y para más inri llevaba bragas blancas de algodón.......
tal cual!
ResponderEliminarjajajajajajaja
qué guays los dibujos.
jajajajajjaja bien lo sabes tú querida...menuda cara e me quedó jajajajajajja
ResponderEliminarNena, pero aún así te miraban por el orgullo con el que enseñabas tus bragas, no por las bragas en sí... absolutamente seguro!!!!!!!
ResponderEliminarAdemás podría haber sido peor, podías haber llevado tanga, como las ordinarias de la televisión!!